VIVIR EN 37MTS2
El proyecto se enmarca en una necesidad muy fuerte del cliente respecto a la posibilidad de lograr hacer realidad una idea básica e importante como ser la del sueño de la casa de verano.
Dicho planteo también esta fuertemente regido por dos premisas, una es la situación económica, la cual regia y marcaba el inicio de la misma, tratándose de una situación bastante acotada y que necesariamente no podría exceder la cantidad de mts2 posibles.
X $ = X MTS2
Otra de las premisas importantes a la inversa y en este caso no por la presión negativa es la presión positiva que ejercía un entorno absolutamente envidiable. Un entorno natural que caracteriza una zona de la costa oceánica uruguaya, de baja densidad y de criterios en general bastante acotados en cuanto al despliegue de recursos. Una situación que ha ido cambiando con el tiempo ya que punta del diablo se ha transformado en una zona de verano muy buscada, y en alta temporada la posibilidad de alojarse disminuye debido a la alta demanda y la poca oferta.
Además de esto algo que caracteriza el lugar es su topografía natural, ondulada, la cual por normativas municipales no debe afectarse en caso de construir, de manera de mantener en cierta medida el carácter original del pueblo de pescadores.
De esta manera surge el encargo, la necesidad de obtener el mejor resultado posible en una condición económica restringida y en una situación natural y geográfica cuasi ideal, o por lo menos muy potente.
Se trato de esta manera simplemente de generar una propuesta que potencie este origen, que aproveche al máximo las condiciones en las que nace como idea, y apostando fuertemente a una resolución espacial, interior, y exterior, que obviamente prioriza las vistas, dato básico, pero pretende potenciar el uso exterior e interior, expandiendo los espacios hacia adelante, arriba, etc.
El espacio más amplio en planta baja es un único lugar, que resuelve funciones como las de cocinar, estar, comer, etc… el espacio público lo más intenso posible, un único espacio, separado o integrado simplemente por desniveles.
Potenciando a su vez actividades importantes para el cliente como necesidad, como la de cocinar, generando una mesada amplia, y con visión directa y permanente, transformándose en barra exterior a través del deck; la posibilidad de incorporar el fuego, en este caso con la posición del hogar como equipamiento importante también para el cliente, en épocas de frio, simplemente potenciando la posibilidad de ver el fuego y el mar a la vez, etc.
Obviamente hay una apuesta fuerte a la resolución formal como herramienta capaz de involucrarse y nutrirse de la información necesaria, y comenzar a actuar, deformándose o formándose, de manera de obtener la espacialidad buscada, intensa, fuerte, pero simple y austera a la vez.
Sin excesos, pero con una presencia fuerte. Un lugar para estar, no genérico, particular, resultado d las necesidades. arquitectura in-formada, resultado.